Descripción
Entre las décadas de 1910 a 1930 una serie de indicadores relativos a la producción, circulación y consumo de un tipo particular de bienes culturales permite hablar ya de una elemental escena de las artes visuales en Córdoba. Pueden reconocerse en esos años -aunque en muchos casos, reducidos a su mínima expresión-, unos ámbitos de exhibición, ciertas posibilidades de formación, un público más o menos interesado, un incipiente coleccionismo del que participa el Estado y unas iniciativas, también oficiales, orientadas al estímulo y la regulación de las actividades artísticas.
Paralelamente, es posible observar la emergencia de una actividad de descripción, interpretación y valoración de esos desarrollos que se materializa en escritura y se difunde a través de la prensa periódica. Esa actividad, a la que tentativamente puede designarse como “crítica de arte”, constituye el objeto de este libro.
Con ánimo de adentrarse en un terreno poco explorado de la historiografía del arte de Córdoba, su propósito es analizar las características de esas primeras reflexiones, su grado de especificidad, el perfil de sus productores, los tópicos abordados, los presupuestos teóricos que las sustentaron implícita o explícitamente, tanto como su articulación con la producción artística, su modo de acompañarla, escrutarla, difundirla; en definitiva, sus funciones manifiestas y no manifiestas.
A lo largo de la indagación, la consideración permanente de estos fenómenos locales a la luz de complejas dinámicas entre centros y periferias permite identificar las modulaciones que los singularizan pero también, aquellos elementos comunes que los conectan con escenarios más amplios.