Cuando un colibrí visita tu jardín

El colibrí es un animal fascinante. Se trata del ave con el mayor cerebro que existe entre todas las especies en relación a su tamaño. Las alas del colibrí son una de sus características más llamativas. Son capaces de moverlas 60 veces por segundo. Esta musculatura les permite volar a grandes velocidades, que contrastan con su reducido tamaño. 

Las similitudes con los niños y niñas con Altas Capacidades Intelectuales (ACI) son muchas. Siempre ávidos/as de conocer, de descubrir, de preguntar. Metabolizan la información de manera veloz y con contundencia. La funcionalidad de su cerebro es fascinante. Interrelacionan todo tipo de información, además de contar, generalmente, con una memoria destacable. Son capaces de escudriñar un tema hasta la más abismal profundidad, hasta agotarlo. 

A un colibrí es necesario conocerlo en profundidad, saber de sus características. No es solo lo que se ve. Tiene mucho más para ofrecer desde su diversidad. No es habitué de todos los ambientes. Por eso, es necesario que ese ambiente sea el apropiado para su desarrollo.

Cuando un colibrí visita tu jardín es recomendable que conozcas sobre él. Que puedas brindarle la respuesta más adecuada para su diversidad. Para que, entonces, pueda volar en todas las direcciones o suspenderse en el aire, si así lo desea.

Y lo más importante de todo es que, bajo ningún punto de vista, le cortes las alas.