Constelaciones Deliberadas

Descripción

Constelaciones deliberadas nos propone un abordaje de la tarea del crítico por fuera de cualquier fórmula. Quien lee y luego escribe sobre
lo que lee es quien constela esas lecturas en una escritura vinculante. Es cierto que detrás de cada abordaje de las obras que componen
este volumen existe un andamiaje teórico, una estructura analítica; nadie podría dudarlo. Pero ello no implica que tales elementos constituyan el enfoque. Por el contrario, para la voz lectora (si pudiéramos llamarla de alguna manera), estos se vuelven herramientas, tanto
como las sensaciones, las intuiciones, los sentimientos que despierta la lectura.
En consecuencia, el deseo que se irradia no es el de tamizar las producciones de poesía local en busca de poéticas que definan o descubran sectores, escuelas, movimientos o capillas, sino el de leer en su organicidad cada libro y a partir de allí encontrar líneas que brinden
conceptos, a la manera de dibujos móviles y cambiantes por encima de sus órbitas para generar en el lector de crítica lo que, primeramente, la poesía despierta en el crítico.
El mapeo amplio de autores que se nos presenta, tanto en lo generacional como en lo formal, responde a esa ética de no ceder ante las
facilidades de la sistematización del acto de leer. De ahí el acierto de la cita de Roland Barthes, en cuanto la distinción de textos escribibles
y legibles, en la cual abreva la decisión de dilucidar entre lecturas que abren, que desafían las propias herramientas con las que se las intenta, que se dejan desbordar por lo leído; y lecturas que circunscriben, encuadran, coinciden (o hacen coincidir) la concreción sinuosa, errátil de las obras con las estructuras aportadas por el lector.
De este modo, las líneas de Constelaciones deliberadas se trazan entre obra y obra de manera invisible pero sensitiva. Y cuanto mayor resulta la distancia entre dos puntos, mayor es la intensidad y la temperatura de la voz lectora. El rizoma, entonces, es aéreo, y toma presencia en la constelación. Y si considerar es estudiar en compañía las
estrellas, más que una idea conclusa y encapsulada, aquí se nos otorga página a página la posibilidad de un acercamiento conjunto que reúne al crítico y a su lector en torno a una fogata bajo el cielo abierto.
Por lo tanto, aquí el leer es concebido como un acto de entrega y generosidad, como una manera de habitar el mundo. Las imágenes,las conjeturas, los sentidos, las relaciones nacen para ser compartidos. Y ese compartir no puede conllevar una ponderación, sino una composición y una mixtura. Las obras, flotantes como las estrellas anudables, emparentables como las notas musicales, solo necesitan de la amalgama de la voz lectora para enriquecer nuestro mundo. He ahí la tarea de esta crítica.

Leandro Llul